Mi madre Paca estuvo tres años en el Centro de Día para Personas Mayores La Doctora, donde la cuidaron y la quisieron muchísimo.
Todos son unas grandes personas que me ayudaron en todo momento con mi madre. Toda mi vida me acordaré de las palabras que me decía la trabajadora social cuando mi madre no quería ir al principio: “Déjala, esos son los primeros días”. Y así fue porque después no podía pasar ni un día sin su cole, como a ella le gustaba llamarlo. Cuando llegaban los fines de semana, se pasaba todo el día paseando por casa porque le faltaba algo. Podría contar tantas cosas de La Doctora… se me caen las lágrimas porque nunca sabré cómo agradecerles todo lo que hicieron por ella. Gracias, gracias, y mil veces gracias a todo el equipo de La Doctora.
Maribel Cabrera
Mi madre Flora estuvo cerca de 10 años en La Doctora.
Desde el primer día, me encontré con un equipo maravilloso, que sin dejar de lado la profesionalidad, siempre ofrecía su cara más humana. En todo momento estuvo cuidada por Eva, Oscar, Lidia, Maria José, Marga, María, Mercedes, Sandra, Juanma, Antonio… y tantos otros que en todos estos años estuvieron junto a nosotros. No solo cuidaron de mi madre, sino que también me proporcionaron su apoyo y me transmitieron la confianza de saber que mi madre estaba en las mejores manos. Siempre os estaré agradecida por el cuidado y cariño que le disteis a mi madre. Os llevaré siempre en mi corazón y me gustaría que no cambiarais nunca. Personas como vosotros hacéis el cuidado de nuestros mayores más llevadero. Con todo mi cariño.
Maribel Toro Ogazon
Estamos muy contentas de que mi padre vaya al Centro de Día para Personas Mayores de La Doctora.
Allí trabajan los mejores profesionales y es una gran ayuda para la familia. Nuestro padre está muy contentio; se distrae y recuerda cosas; es un gran estímulo para él. Nos gusta mucho la labor que hacen por nuestros mayores.
Hermanas Delgado Pérez
El curso de ayuda a domicilio me ofrecía la oportunidad de hacer las prácticas en una unidad.
Al principio no estaba convencida porque pensaba que no aprendería mucho…
Sin embargo, en cuanto fueron pasando los días me di cuenta de que mi idea de lo que era una unidad de día había cambiado y que estaba aprendiendo más de lo que nunca podría haber imaginado.
Aprendí a crear y dejarme envolver por un buen ambiente con nuestros mayores, a cuidar de ellos con la misma naturalidad que puedo cuidar de un familar, pude sentirme útil mientras ayudaba a la enfermera en sus curas, a tratar directamente con los familiares los cuales dejan a sus seres queridos en nuestras manos. Me enseñaron a sentirme como en casa y hoy en día, me alegro que mis prácticas fuesen en la unidad de día La Doctora. Me encantó conocer a todas las personas que forman parte de esta empresa. Gracias a esta experiencia me di cuenta de que me encanta este trabajo y que es vocacional.
Deborah Mateo
10 años con vosotros.
Formáis parte de nuestra familia. Los comienzos fueron difíciles porque hay que aceptar que no es un abandono sino una ayuda, tanto para nosotros como para mi madre. Que mi padre vaya a su “cole” por las mañanas los activa a los dos. El centro es vida para ambos. Solo os podemos dar las gracias por vuestro apoyo, por los teatrillos de navidad, por hacernos partícipes de todo lo que hacen, por mantenernos informados con vuestro librito diario. Muchas gracias por existir.
Familia de Manuel Muñoz Jiménez
Nos une una relación muy especial porque mi madre estuvo en uno de sus centros y siempre estuvo cuidada como si estuviera en su propia casa además son clientes de mi negocio en lo referente a productos de limpieza y ferretería y sé que trabajar con ellos es trabar con profesionales de primer orden.
Droguería Ángel